Instrucciones de uso del apósito dispensador para heridas
Dispensación de apósitossuele consistir en aplicar un apósito estéril a una herida para favorecer su cicatrización y protegerla de infecciones.
A continuación se ofrecen instrucciones generales sobre cómo dispensar y aplicar correctamente un apósito para heridas:
- Materiales necesarios
- Guantes estériles
- Apósitos estériles (gasas, apósitos antiadherentes o apósitos especializados como hidrocoloides o apósitos de espuma).
- Solución salina estéril o limpiador de heridas
- Esparadrapo o venda (si es necesario para fijar el apósito)
- Tijeras (opcional, si se corta el aliño)
- Contenedor de residuos (para materiales usados)
Pasos para dispensar apósitos
1. Preparación:
- Lavarse las manos:Antes de manipular cualquier equipo estéril, lávese bien las manos con agua y jabón.
- Prepare sus suministros:Coloque el material necesario sobre una superficie limpia. Asegúrese de que el apósito y el resto del material estén esterilizados.
- Póngase guantes estériles:Utilice guantes para reducir el riesgo de infección y contaminación durante el procedimiento.
2. Evaluar la herida:
- Compruebe el estado de la herida:Asegúrese de que la herida está limpia y evalúe su tamaño, profundidad y nivel de exudado. Esto orientará la elección del tipo de apósito.
- Limpiar la herida (si es necesario):Si es necesario, utilice una solución salina estéril o un limpiador de heridas para limpiar suavemente la herida. Asegúrese de retirar cualquier resto o apósito antiguo.
3. Elija el apósito adecuado:
Seleccione un apósito en función del tipo y la gravedad de la herida.
Los tipos más comunes son:
Apósitos hidrocoloides para heridas poco profundas y con poco exudado.
Apósitos de espuma para heridas de moderada a alta exudación.
Gasas para limpieza y absorción de exudados ligeros.
Apósitos de alginato para heridas muy exudativas.
4. Aplique el apósito:
- Cortar o dimensionar el aderezo (si es necesario):Si es necesario, corte el apósito para adaptarlo al tamaño de la herida. Debe cubrir toda la herida con un margen de piel sana alrededor de los bordes.
- Colocar el aliño:Coloque con cuidado el apósito directamente sobre la herida sin tocar el lado estéril. Si utiliza gasa, asegúrese de que cubre bien la herida.
En el caso de apósitos hidrocoloides o de espuma, retire el soporte protector y aplíquelo suavemente sobre la herida.
En el caso de los apósitos de gasa, aplíquelos directamente sobre la herida y asegúrese de que el apósito se mantiene en su sitio sin causar presión sobre la herida.
5. Asegure el apósito:
Utilice cinta adhesiva, vendas o apósitos de malla para fijar el apósito en su sitio, dependiendo del tipo utilizado.
Tenga cuidado de no apretar demasiado la cinta para no restringir el flujo sanguíneo a la zona.
Si el apósito es autoadhesivo, asegúrese de que se adhiere bien a la piel circundante.
6. Elimine los materiales:
Deseche los apósitos usados, los guantes y cualquier otro material desechable en un contenedor de residuos adecuado, preferiblemente uno destinado a residuos biológicos peligrosos si la herida está potencialmente infectada.
Lávese bien las manos después del procedimiento.
7. Control y seguimiento:
- Controle el apósito con regularidad:Dependiendo del tipo de apósito, puede ser necesario cambiarlo cada 1-3 días, o con más frecuencia si se moja, se ensucia o empieza a despegarse de la piel.
- Evaluar si hay infección:Esté atento a signos de infección, como aumento del enrojecimiento, hinchazón, calor o secreción.
- Siga el consejo médico:Siga siempre las instrucciones específicas de un profesional sanitario en relación con el cambio de apósitos y el cuidado de las heridas.
Consejos generales:
Evite tocar el interior del envase estéril o cualquier parte del apósito que vaya a tocar la herida.
Utilizar el apósito adecuado para el tipo de herida (por ejemplo, no utilizar un apósito muy absorbente en una herida con exudado mínimo).
Mantenga la herida seca cuando cambie el apósito, a menos que un profesional sanitario le indique lo contrario.
Seguir estos pasos puede ayudar a garantizar la correcta cicatrización de la herida y minimizar el riesgo de infección.